Respetar los bienes ajenos

Leandro: ¿Me mandó llamar profe?

Profe Sofía: Sigue hijo y siéntate. Me comentan que te quedaste con los audífonos de uno de tus compañeros de clase. ¿Es cierto?

Leandro: ¿Cuál es el lío profe? ¡El mancito perdió! Quién lo manda a dar papaya.

Profe Sofía: Me parece que estás mal enfocado, chico. Debes respetar las cosas ajenas. Además, ¿te gustaría que alguien se apoderara de algo tuyo? Cuando haces algo lesivo para otros, te expones a que en un futuro te pase algo semejante a ti.

Leandro: ¡Si doy papaya, profe, me lo tengo que aguantar!

Profe Sofía: El punto no es ese. Aguantarse algo es una cosa, y otra muy diferente que te guste. Mi pregunta es, si te gustaría perder algo que te pertenece, porque alguien lo toma por la fuerza.

Leandro: Pues no, profe, en verdad que no me gustaría para nada, por eso me cuido bastante.

Profe Sofía: La ley del karma se manifiesta, así te cuides o no. Todo lo que haces a otros, otros te lo harán a ti, para que sientas lo mismo que les hiciste sentir a ellos.

Leandro: ¡Que va profe! ¡Eso es pura carreta! Yo he visto a mucha gente que procede mal, y no les pasa nada. Mire no más a los políticos. Roban millonadas y cada día más ricos. ¿Entonces?

Profe Sofía: A cada quien le llega su hora de compensar las cargas, ya sea en esta o en una encarnación futura. No quisiera estar en el pellejo de los políticos corruptos, a la hora de compensar cuentas con la ley del karma.

Leandro: ¿Qué les puede pasar?

Profe Sofía: Lo más seguro es que en otras encarnaciones vivirán en la pobreza más absoluta, otros abusarán de ellos sin piedad, y todo lo que hicieron en esta vida, se lo harán a ellos y tendrán que aprender por medio del dolor, que recibimos las consecuencias de nuestros actos.

Leandro: ¡Huy! ¡Qué bueno profe, que les den su merecido!

Profe Sofía: Pues tú también recibirás tu parte cuando sea el momento, si no enderezas tus pasos y corriges tus errores.

Leandro: Ya, profe, voy a devolverle sus audífonos al chino ese, porque no quiero echarme cargas encima.

Profe Sofía: ¡Te felicito muchacho! Eso es tener carácter y sensatez. Si persistes en esa actitud, te irá muy bien en la vida.

Leandro: Listo profe, hasta la próxima.